Juegos de mesa en el aula

A pesar de que a los juegos siempre se les ha relacionado a un estereotipo lúdico, está científicamente comprobado que también son muy útiles en el desarrollo académico de los menores. De hecho, muchos expertos señalan que una de las mejores formas de aprender, sobre todo en edades tempranas, es a través de la diversión. Si algo nos parece entretenido o nos llama la atención, tiene más posibilidades de impregnarse en nuestra cabeza.

Los expertos defienden los juegos de mesa en las aulas

En este sentido, nos gustaría hablar hoy de los juegos de mesa. Ciertamente, este tipo de entrenamiento con siglos de historia puede ser una herramienta muy oportuna para aprender nuevos conceptos en las aulas. El fundador del Observatorio del Juego Infantil (OJI), Andrés Paya, afirmaba que, aunque el juego no es una actividad únicamente asociada a la infancia, es justo en esta etapa donde el episodio lúdico se convierte en un motor esencial para el desarrollo del menor. Sin duda, de ahí viene que muchos psicólogos, docentes y pedagogos aboguen porque el juego se convierta en una herramienta educativa oficial y no en una actividad aislada.

Con todo esto, a pesar de que a día de hoy no existen cifras oficiales de la incorporación de los juegos de mesa en los centros educativos, sí que existen evidencias de que muchos docentes muestran verdadero interés por esta forma de transmitir conocimientos. Es más, tan imperante está siendo el auge de los juegos de mesa en las aulas, que sabemos de la existencia un grupo de Telegram con más de 500 profesores atraídos por este recurso educativo y que, a su vez, recibe infinidad de consultas de docentes tanto de España como de Latinoamérica.

Tipos de juegos que usar en el aula

Y, entonces, ¿qué tipo de juegos puede usar en el aula y en qué asignaturas? Por ejemplo, muchos docentes de inglés utilizan el famoso Quién es quién para que los niños y niñas mejoren su vocabulario y practiquen el idioma en voz alta. Con este juego, pueden aprender palabras como gafas, gorra, barba; además de conjugar preguntas simples y, por supuesto, asociar el aprendizaje de una lengua con algo divertido.